We Are Ironman (Parte 1)

 


Inicios de 2020, piensas en el reto que quieres cumplir ese año. Te enteras que Ironman a comprado el triatlón de larga distancia de Vitoria y empiezan las palpitaciones. Un triatlón en la península de la marca Ironman en el que la logística se ve muy factible y no habría tanta sobrecarga de participantes como en el de Barcelona. ¡Esta es mi oportunidad! Y pagas la inscripción, e ilusionado vas viendo que antes de ponerte con el entreno específico del Ironman, consigues tu mejor marca personal de media maratón. Y a las dos semanas consigues un tiempazo (para ti) en la maratón de Sevilla (y obviamente MMP). Estas mas fuerte que nunca y todo pinta bien… ¿todo bien? Pues no… aquel “constipado” de los chinos llegó y el mundo cambió.


 

El rodillo + Youtube. El salva inviernos para los que somos alérgicos al frio o nos da miedo la noche.

El Ironman se pasó a 2021… Confinados y sin nada a la vista en cuanto a pruebas deportivas, decides dedicar esas energías a otros menesteres, como volver a estudiar. Y si aquí hacemos algo, sabemos que vamos a lo grande. No nos quedamos a medias tintas con nada.

Y los estudios te consumen, reíros de las maratones de 42K al lado de las madrugadas en velas con el cerebro a tope. Y se va acercando la fecha y no ves los huecos que le puedes dedicar a una prueba tan exigente. Pero tenemos una flor en el culo, la pandemia sigue haciendo estragos, y la edición de 2021 que se iba a celebrar en julio, la pasan a septiembre, con la opción de volver a postergarlo para 2022. Con la mente fría, decides centrarte en terminar lo que ya tienes entre manos y confiar en que en 2022 todo estará mucho mejor, la pandemia, el tiempo libre…

Y si dije en el párrafo anterior que teníamos una flor en el culo, es que la tenemos… En aquella edición de 2021, no tuvieron en cuenta que, en septiembre, el clima difiere en Vitoria, y una espesa capa de niebla hizo que cancelaran el segmento de natación y la prueba pasara a “duatlón”. ¿Os imagináis el palo que puede llegar a ser hacer un Ironman incompleto después de todo el trabajo y el dinero que has invertido en la carrera?


Esto es un ejemplo de inversión. La marca de geles que iban a ofrecer durante la prueba. A 4 €... todo un atraco, pero había que probarlo antes por si hacia falta echar mano de ellos. 

Y llegó 2022, un año más relajado a nivel de pandemia y sin ataduras que impidiera echar las horas que el mister considerara que hacían falta. Semanas de 15 a 19 horas. Rodillo a tope en el invierno mientras quemas youtube, madrugones, sesiones de bicis de 5 horas en la que acababas hablando con las señales de tráfico, hacer una popular por la mañana y por la tarde abandonar a la familia cuando están de celebración para meterte 3 horas de bicis con un viento con el que no hacía falta sillín anti prostático...


Fueron duras, pero gracias a buscar nuevas rutas o darte premios, se pudieron llevar bien. Hemos descubierto paisajes y rutas increíbles que en ningún momento nos hubiera dado por realizar, como la que llega hasta la estación de Belalcázar. Pero lo realmente motivante, y el secreto para aguantar todo el chaparrón, es algo tan mágico y sencillo como el imaginarte cruzando la línea de meta. En un momento de bajón, te trasladabas al futuro, visualizabas el final del camino, el vello se erizaba y las fuerzas volvían. Creedme, no hay nada mas efectivo.


Descubrir nuevas rutas, todo un placer. Aquí miniparada en la aldea donde jugaban al Call of Duty en vivo.

Vas haciéndolo bien, pero temes a los factores externos que pueden dar al traste con tanto trabajo. Tienes la bici revisada y mas que probada, pruebas toda la alimentación que vas a usar, testeas todo el material que llevaras a la carrera: herramientas, ropa, gadgets… Pero estamos aún en una pandemia. Si, tienes las 3 vacunas., pero… ¿y si pillas el covid la semana del Ironman? Hay que probar tus defensas o pillar el virus a tiempo. ¿Cuál es la mejor forma de hacerlo? Pues yendo a la feria de Córdoba.

Y tras una jornada de feria y 4 días después… ¡pan!... empiezas con mocos, te haces un test y… PREMIO.

Los síntomas son leves, un día de calma y readaptación indoor a lo que tocaba en los siguientes entrenos y 6 días después, ya estas limpio, y con una nueva dosis de vacuna natural. Una cosa mas para tachar en el checklist.


El día que descubrí lo que significaba el postcovid. Fatiguita a full. Tenéis la crónica AQUI.

Y es entonces cuando te crees que eres muy fuerte porque has pasado el covid como si nada, pero la realidad llama a la puerta. Unas semanas después, haces una popular donde pones a prueba tu cuerpo y a mitad de la prueba notas que te falta el aire. Como si tuvieras una esponja entre la laringe y los pulmones. Es un síntoma registrado de las consecuencias del post-covid. Por suerte aun quedaba tiempo para recuperar y conocemos nuestros límites. Has llegado al final del camino, que solo es el inicio, pero lo mas duro ya ha pasado.


Hay gente que es grande solo por respirar. El de la izquierda no, ese es el azote de los dos pobres. Daría para unos pocos post dedicado a las jugarretas... quizás algún día. Mientras le agradezco su continuo apoyo.

Ves la evolución de unos meses, quizás no seas mas rápido, pero si eres más resistente. Comparas entrenos similares de primeros de año y te sorprende ver como te han bajado las pulsaciones. Sabes hasta donde puedes llegar y te pones 2 objetivos: Disfrutar y mejorar marca. En las quinielas tu apuesta se encuentra entre las 11 horas y media y las 12. Aunque confías que puedes estar mas cerca de las 11:30, siempre hay que dejar margen a los imprevistos, que lo normal es que los haya en una prueba tan larga. El bagaje que llevas y el ir aumentando las distancias progresivamente te ha enseñado a hacer las cosas bien (más o menos)


Y llega la semana de la prueba. Disfrutas del tapering y de ir bajando el volumen de los entrenos, cuidas los últimos detalles para que no te falte de nada durante la carrera (eslabones rápidos, bomba, reparador de pinchazos, herramientas, cámaras, parches…). Da igual el sobrepeso que se lleve, lo mas importante era poder reaccionar ante los imprevistos en carrera. Son tantas las cosas que hay que tener en cuenta y el material que hay que llevar, que lo más cómodo fue hacer un checklist que ocupó… ¡2 páginas!


Al final todo llega y de golpe te encuentras en el coche, cargado hasta arriba, buscas Vitoria en el Google maps, metes primera y… arranca la aventura.


Road to Vitoria con mi supporter favorita. (I love you Baby)

P.D: Escribo el pie de foto por aquí para no estropear la portada del post: Con mi Chamue, compi de fatiguillas el día que se hizo triatleta en el pasado Triatlon del Guadiato. ¿Nos veremos en algun FULL juntos algún día?. Foto by: PICALCAN.

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