IV Trail del Hoyo

Bienvenidos, mis queridísimos lectores, a una nueva crónica de la web de a 8000 metros. Nueva edición del vecino trail del Hoyo y cosas de la pandemia... tan solo han pasado 4 meses desde la anterior.

Una cabra y mucha gallina en los corredores de salida. Solo Miguel Suescum se atrevió en la distancia reina, mientras que Jose Fernandez, Cheli, Chema, Antonio y Víctor optaron por la corta.


A las 10:00 se dio la salida de la carrera corta, 12 kilómetros con 700m positivos bien servidos. Víctor salió fuerte en la salida para tentar como iba la cabeza de carrera pero, un primer kilómetro donde se subían 60+, fue lo suficiente para saber que tenía que quitarse los pájaros de la cabeza y disfrutar de la carrera, que es de lo que se trata. 


Técnica de escalada mientras portas una hoja en la cabeza sin que se caiga y a la vez te suenas los mocos. Solo al alcance de auténticos traileros.

La carrera corta tuvo de todo, de todo menos llaneo. Zonas técnicas en bajadas y subidas con un terreno húmedo para el disfrute del personal. Subidas a 4 patas y escaladas que recordaban a ciertos momentos del trail de Espiel.

A destacar la genial iniciativa del ayuntamiento de Belmez de crear nuevas vías de paso a costa de las cerca de 200 cabras que nos juntamos allí. Los ramajes, arbustos, palos y piedras sufrieron las consecuencias. Y nosotros también.


Chema. Un hombre de altos vuelos.

Esto explica que al acabar pareciese que nos hubiéramos estado peleándonos con una pandilla de gatos. Pero no... veníamos de otra batalla y para nosotros es un motivo de orgullo lucir las heridas de guerra.

Nuestras posiciones:

8º Víctor.

13º Cheli.

31º Jose Fernandez.

32º Antonio Gallardo.

36º Chema.

De un total de 67 finisher en una carrera sin categorías excepto para los cadetes y juveniles.

Donde estaba el nivel era en la carrera larga (20km, 1000m+), que es la que juega en el circuito provincial de CxM de Córdoba. Allí estaban las bestias pardas y nosotros teníamos a una de las nuestras: Miguel Suescum.


José y Antonio, tan sobraos que, habiendo cervezas gratis en meta, se fueron al bar de al lado.

Mal día para el hombre de las nieves, no está acostumbrado a la temperatura Guadateña y se nos deshidrató en la carrera, teniendo que terminar con fuertes calambre y llegando a meta que parecía que se había rebozado en sal marina. Nunca fue tan cierta la frase de... "vaya chico tan salao" que le dedicaban unas grupis octogenarias autóctonas.

Pero lo peor no fue eso, le dolió mas el orgullo a devolverle su cuñado lo que pasó en la Rompepiernas. El duelo de estos dos cada vez se parece más al de Goku y Vegeta.

A pesar de los pesares consiguió un puesto 20 de la general y fue 11º de su categoría.

Con un bocata de lomo, y sin trofeos, nos despedimos hasta la próxima. Entrenad y cuidado con los gatos monteses.





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