UN FIN DE SEMANA DE MUCHA ALTURA.
El pasado mes de febrero Jaime Bernabéu y Jorge Pérez, componentes del Equipo “a 8.000 metros Outdoor Team” se propusieron hacer cumbre en tres de las catorce cimas más representativas de Sierra Nevada. El Cerro de los Machos (3.324 m), Veleta (3.396 m) y Mulhacen (3.482 m).Todas ellas por la ascensión normal, teniendo en cuenta las malas condiciones de la nieve e hielo y la novel experiencia de Jaime.La jornada empezó como siempre, madrugón, y palizón de coche…todo estaba planificado para comenzar a subir a primeras horas de la mañana del sábado.Una vez más, surgen los imprevistos…se nos había olvidado parte del equipo de escalada y lo más importante una chaqueta técnica…” la jodimos”.Sobre la marcha llamamos a unos amigos de Granada y le comentamos la situación, sin más, nos ofrecieron su material. Aprovechamos para completar el “arsenal”de escalada con tornillos de hielo y algunos empotradotes.Partimos a nuestro destino…para no variar empezamos la jornada al atardecer, lo que significada que la primera parte de la ascensión iba a transcurrir de noche, más emoción. Conforme subíamos corroboramos el mal estado de la nieve-hielo y de que ya sería casi imposible hacer los tres picos. Tras unas horas de ascensión llegamos a la cornisa desde donde deberíamos ver el refugio vivac donde pasar la noche, grata fue la sorpresa… las nevadas de los últimos días habían cubierto el refugio…”la jodimos otra vez”.Durante unos largos minutos no sabía como decirle a Jaime que si no encontrábamos la entrada al refugio deberíamos excavar un agujero y pasar la noche al raso (con ventisca y a unos – 10º C) en plan supervivientes. La cosa no fue a más, después de patearnos la cornisa de aquí para allá, encontramos el refugio. .Después de una reconfortable cena nos fuimos al saco, había que recuperar fuerzas. La noche estuvo tranquila, aunque la temperatura dentro del refugio no fue superior a los – 4/5 º C.Al día siguiente, viendo que íbamos muy mal de tiempo y que las condiciones de la nieve eran muy peligrosas decidimos abortar las tres ascensiones planificadas y aprovechar el día para hacer un pico más accesible, “EL PICO SIN NOMBRE”, una cima que teníamos cerca de donde pasamos la noche.A lo largo de la noche llegaron al refugio otros tres montañeros, venían de Murcia, y lo mismo que nosotros, tenían pensado hacer varias actividades durante el fin de semana, pero debido a las malas condiciones habían suspendido sus objetivos.Viendo la situación decidimos subir juntos al “PICO SIN NOMBRE”, su cima asomaba a unos 3.250 metros y la escalada no era muy complicada. Nos organizamos e hicimos una cordada de cinco, con una reunión en la antecima, desde donde ir subiendo uno a uno hasta la cima. Sin más complicaciones hicimos cumbre y decidimos aprovechar la jornada para hacer técnicas de rapel, aseguramientos en nieve y progresión con piolets-tracción. Estas clases de reciclaje nunca vienen mal, muchas veces te pueden sacar de un apuro.La jornada fue transcurriendo sin problemas y aunque no pudimos llevar a cabo nuestro objetivo de los tres 3.000, estuvimos disfrutando de la compañía de nuestros amigos murcianos. Aprovecho para enviarles un saludo a Carlos, Miguel y Francisco con la ilusión de volvernos a encontrar en alguna montaña.Moraleja: “Si la montaña no viene a Peñarroya, los peñarriblenses irán a la montaña”. Aunque no pudimos cumplir con nuestro objetivo fue un estupendo fin de semana, y lo más importante si respetas a la montaña siempre podrás volver a ella.
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